sábado, 16 de mayo de 2015

Museo Marte

Uno de los atractivos de la capital es el Museo de Arte de El Salvador (MARTE). Esta importante galería se encuentra en los alrededores del Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO) y a la par del Teatro Presidente, ambos ubicados en la colonia San Benito, en San Salvador.

Esta institución comenzó sus funciones el 22 de mayo de 2003. Tras el esfuerzo acumulado de varios años, MARTE se convirtió en un referente cultural del área centroamericana.

Este particular museo exhibe, de manera permanente, diversas formas de arte salvadoreño en colecciones privadas y la colección nacional, ya sea en pintura, dibujos, grabados y escultura. Son más de 260 obras disponibles, creadas por 177 artistas. Es así donde se puede apreciar una visión representativa del arte salvadoreño de mediados del siglo XIX hasta la época contemporánea.

Entre sus colecciones destacan obras de Rosa Mena Valenzuela, Salarrué, César Menéndez, Roberto Huezo, Carlos Cañas, José Mejía Vides y muchísimos más

De igual manera, se mantiene un programa de exhibiciones temporales importantes, con una duración que varía de un mes hasta tres, cuyo arte ha sido elaborado por maestros reconocidos por técnicas especializadas. Estas actividades de exhibición se complementan con un Programa Educativo que incluye visitas guiadas principalmente a las escuelas públicas del país, otro de capacitaciones dirigidas a docentes, y también talleres sabatinos además de charlas directamente vinculadas a las exhibiciones eventuales.

Cabe destacar que Marte también se presta a eventos de gran concurrencia como conciertos protagonizados por la Sinfónica Nacional de El Salvador, entre otras agrupaciones. Puede consultar el programa de MARTE para enterarse de este tipo de eventos.

Si desea adquirir algún artículo promocional, literatura nacional, postales, entre otras, puede encontrarlas en la tienda anexa a la entrada principal del museo. Encontrará también joyería y bisutería, además dispone de una colorida gama de vestimenta y accesorios de reconocidas marcas.

Museo de la Imagen y la Palabra

El Museo de la Palabra y la Imagen es una iniciativa ciudadana dedicada a investigar, rescatar, preservar y mostrar al público elementos de la cultura y la historia de El Salvador.
Posee un Archivo con colecciones de fotografía, audio, cine, video, afiches, objetos y publicaciones entregados al museo por la entusiasta colaboración de la sociedad, la cual ha respondido a nuestro llamado "contra el virus de la desmemoria".
Este importante acervo, que estuvo en peligro de desaparecer, está siendo clasificado, y avanzan en su digitalización.
Llevan a cabo exposiciones circulantes sobre temas de identidad, cultura y memoria histórica.
Además, producimos libros, audiovisuales y numerosas actividades educativas y culturales.
El Museo de la Palabra y la Imagen fue fundado por el periodista venezolano Carlos Henríquez Consalvi, conocido como “Santiago”, el famoso locutor de Radio Venceremos durante la guerra civil salvadoreña, el Museo de la Palabra y la Imagen tomó forma gracias a una iniciativa ciudadana dedicada a investigar, rescatar, preservar y mostrar al público elementos de la cultura y la historia de El Salvador de los últimos 20 años. Pueden ver más fotografías en el artículo.
Si desea retroceder en el tiempo y conocer sobre personajes importantes del país visite al MUPI (Museo de la Palabra y la Imagen), donde encontrará colecciones de fotografías, audios, cine, video, afiches, objetos y gran variedad de publicaciones que se le entregaron al museo que busca contrarrestar “el virus de la desmemoria” de la sociedad salvadoreña.
Podrá encontrar más de 30 mil fotografías sobre El Salvador, sus acontecimientos históricos contemporáneos, también sobre sus hallazgos arqueológicos y antropológicos; incluso importante iconografía de escritores e impactantes imágenes de la guerra civil y el proceso de paz.
Así mismo podrá ver infinidad de producciones audiovisuales que se generaron en el lapso de la guerra civil de El Salvador. Todo visitante puede acercarse a la audioteca que contiene grabaciones magnetofónicas sobre temas culturales y de historia contemporánea protagonizada por personajes conocidos, diversos testimonios sobre derechos humanos, y los archivos generados por la conocida Radio Venceremos y Radio Farabundo Martí.
Dentro del abanico de exposiciones que ofrece el MUPI podrá apreciar:
Himántara Diama Xitrán: Los mundos de Salarrué. Exposición en la que también podrá ver objetos, escritos y pertenencias del artista y su familia.
Roque Dalton: Tormenta tocando la raíz de los volcanes
La Cueva de las Pasiones: la réplica de la cabina de radio de la histórica Radio Venceremos.

El Tazumal

Situado en el corazón del municipio de Chalchuapa, en el departamento de Santa Ana, a tan solo 80 kilómetros de la ciudad capital de San Salvador.

Tazumal es un sitio singular que destaca las huellas dela civilización indígena que dominó nuestro país antes de la era colonial, su significado “lugar donde se consumen almas” en lengua nahua-quiché. Su primera referencia data del año 1892, registrado formalmente en 1940 por Stanley Boggs, quien tuvo la oportunidad de identificar 13 estructuras.

Dentro de su estructura de 24 metros de altura, se encontraron tumbas con más de 116 vasijas, joyería de jade, espejos de pirita de hierro, artefactos de juego de pelota y cerámica con forma de lagartos.

En Tazumal se halla también la “Piedra de Las Victorias”, la cual es un monolito de influencia olmeca, que presenta cuatro petrograbados distintos en sus cuatro lados y pertenece al año 700 a.C.

Esta zona está dentro del área arqueológica occidental con una superficie aproximada es de 10 km cuadrados; y donde también se localizan otros lugares de igual riqueza histórica como Casa Blanca, El Trapiche y zonas aledañas.

Este sitio comprende una serie de estructuras que fueron el escenario de un importante y sofisticado asentamiento maya que existió alrededor de los años 100 a 1200 d.C. el cual estuvo relacionado con Copán y con grandes influencias teotihuacana y tolteca.
Dentro de estas arquitecturas se localizaron sistemas de drenaje de aguas, tumbas, un juego de pelota, pirámides y templos que quedaron en completo abandono en el año 1,200 d.C.

La construcción es al estilo maya sudoriental elaborada con piedra y barro al que recubrieron con un repello de barro. Como trabajos de restauración fue que en los años cuarenta recubrieron las estructuras con cemento.

Con el pasar del tiempo las pirámides han estado expuestas a las inclemencias del tiempo que han obligado a las autoridades a cuidar con mayor celo las estructuras que han estado en riesgo de derrumbarse. Tal fue el caso del año 2004, cuando una parte de las estructura #2 se derrumbó y motivó a que se iniciaran excavaciones que solo confirmaron la pertenencia de este sitio al Imperio Tolteca.

Museo regional de Oriente

El Museo Regional de Oriente fue fundado en la Ciudad de San Miguel, el 27 de mayo de 1994. Ocupa un edificio construido en el año de 1935 que albergó las oficinas administrativas de una fábrica textil de hilados y tejidos llamada “Mejoramiento Social”; posteriormente el edificio formó parte de las instalaciones del Batallón de infantería de Reacción Inmediata General Manuel José Arce (BIRI Arce), el cual fue desmovilizado al finalizar el conflicto armado en El Salvador y firmarse los acuerdo de Paz el 16 de enero de 1992.

En el año 2000 el museo cierra sus instalaciones para someterse a trabajos de remodelación y abre nuevamente el 14 de noviembre de 2007. Desde entonces ofrece a los visitantes exhibiciones de tipo arqueológico y etnográfico que dan a conocer la riqueza cultural de la zona oriental de El Salvador.
La colección del Museo Regional de Oriente está formada por bienes Arqueológicos, con los cuales se da a conocer un panorama prehispánico de esta región del país: objetos líticos utilizados en las actividades de moler el maíz, destacándose la obsidiana; objetos cerámicos monocromos y polícromos con diversos diseños.
Bienes Etnográficos: artesanías, atuendos, artículos utilitarios; elaborados con elementos propios de la región como la arcilla, la madera, la fibra de henequén, el tule, el yute, etc.
Exhibiciones abiertas permanentes y temporales
Exposición Permanente: “Sala de Arqueología”. Muestra colección de piezas líticas y cerámica del Sitio Arqueológico de Quelepa, ubicado en el municipio de Quelepa, departamento de San Miguel
Exposiciones temporales: “Vestimentas de la Virgen de la Paz”. Presenta la historia del hallazgo, milagros y religiosidad del pueblo migueleño hacia la Virgen María en su advocación de Reina de la Paz. Se muestra la colección de vestidos que le confeccionan cada año como muestra de gratitud por favores recibidos.
“Henequén, la fibra magnífica y noble”. Presenta los orígenes, usos, procesos y productos derivados de la planta de henequén, la cual fue el soporte económico de la zona oriental de El Salvador por varias décadas y se convirtió en un icono cultural. Se muestra una colección de objetos utilitarios y decorativos elaborados con la fibra del henequén a la que se le llama mezcal y cuya artesanía es llamada jarcia
Durante el año se mantiene la programación de eventos permanentes orientados a conmemorar fechas específicas del calendario festivo nacional.
Enero: Conversatorio “Cuéntame tu historia”, enmarcada en el mes del adulto mayor. Participan niños escuchando las anécdotas de diferentes ancianos que comparten sus vivencias.

Febrero: Convivio “El Museo y sus amigos”. Dedicado a las personas e instituciones que colaboran con el Museo, se comparten alimentos típicos, artesanías y en ocasiones libros para el museo.
En Semana Santa (marzo o abril): Actividades Religiosas y Taller de evaluación “Renovando compromisos”. Desarrollo de actividades conmemorativas a la festividad religiosa y Taller con el personal del museo y visitantes en el que se renueva el compromiso de la institución para encaminar sus esfuerzos a beneficio de la sociedad.
Mayo:
- 3 de mayo se conmemora la festividad religiosa “Día de la Cruz”
- 8 se de mayo se desarrollan actividades en conmemoración a la Fundación de la Ciudad de San Miguel.
- 18 de mayo se desarrollan actividades para celebrar el día internacional de los museos.
- Último viernes del mes de mayo se conmemora la Fundación del Museo Regional de Oriente con una Exposición Artesanal y demostración de habilidades.

Julio: Desarrollo de la “Maratón Lúdica”. Se organizan varios talleres lúdicos sincronizados, para niños estudiantes dedicados al Día del Alumno.
Noviembre: Desarrollo de “Jornada Artesanal” durante los festejos patronales dedicados a la Virgen de la Paz.
- Actividad “Repartida del ayote”. Convivio en el cual se conmemora la reapertura del museo y se comparte con los visitantes el platillo tradicional elaborado de ayote en miel de caña de azúcar.




Museo Regional de Occidente


Santa Ana posee mucha identidad cultural y en ella podemos encontrar un lugar que nos cuenta la historia de la moneda en El Salvador. Nos referimos al Museo Regional de Occidente que ofrece una galería de monedas antiguas que han marcado la historia salvadoreña ya que estas circularon en las manos de los salvadoreños de hace uno o dos siglos atrás. Las monedas que podemos encontrar en el Museo Regional de Occidente son de oro, plata y otros metales de antaño, siendo la moneda más antigua que encontramos en el museo, una moneda de “dos reales” que data del año 1828.
En el museo hay dos salas temporales en donde puede encontrar diversas exposiciones, pero existe la sala permanente en donde siempre podrá encontrar la exposición de monedas. También encontrará una biblioteca, cafetería y tienda de regalos para que se lleve un recuerdo de la visita al museo.
Para los visitantes salvadoreños y centroamericanos, el precio de entrada es de $0.50 centavos; los niños menores de ocho años y adultos mayores entran gratis. Si usted es extranjero deberá pagar la pequeña cantidad de 1 dólar estadounidense por persona. El museo subsiste gracias a la ayuda del Consejo Nacional para la Cultura y el Arte, también es apoyada gracias a los visitantes, por lo tanto, si usted desea tomar fotografías deberá pagar un monto extra de $2.00 por el uso de la cámara fotográfica.
El museo se encuentra en la Avenida Independencia Sur #8 en el departamento de Santa Ana. Por lo tanto, si usted viene en vehículo desde San Salvador, deberá tomar la Carretera Panamericana en dirección a Santa Ana. Al llegar a la entrada de Santa Ana diríjase a la Avenida Independencia.
Cuando ya esté en la Avenida Independencia, deberá buscar el museo del lado derecho de la Avenida, al Sur en dirección a la Catedral, a la altura de los locales comerciales cercanos a la Alcaldía Municipal de Santa Ana.


Historia Natural


Fue inaugurado el 12 de febrero de 1976.
A 10 minutos del centro de San Salvador, se encuentra el Museo de Historia Natural de El Salvador – MUHNES, el cual durante los últimos 37 años se haya ubicado dentro del Parque Saburo Hirao; es un lugar de investigación sobre la diversidad biológica cuscatleca y de educación para grandes y chicos. El MUHNES, inició sus labores el 16 de octubre de 1883, cuando el Dr. David J. Guzmán recolecta las primeras muestras de fósiles y minerales salvadoreños, dando pie a la creación del Museo Nacional de El Salvador.
Abarca como tema principal los Recursos Naturales de El Salvador, y divide sus temáticas en tres grandes salas: Geología, Paleontología y Biología. El MUHNES tiene como objetivo contribuir a la conservación de la diversidad biológica a través de la generación de información escrita, que dé a conocer los componentes de la naturaleza y la vida silvestre en el país.
Presenta colecciones de Rocas y Minerales, Paleontología, Mastozoología, Ornitología, Herpetología, Malacología y Botánica. . Se brindan charlas referentes a los contenidos del museo, servicio de guías gratuito dentro del museo y en los senderos interpretativos del parque, se montan exposiciones itinerantes y cuenta con los servicios de una biblioteca especializada y una cafetería.
  1. Sala de Rocas y Minerales: donde observará la exhibición de diferentes tipos de rocas ígneas, sedimentarias y metamórficas; minerales como el ópalo rosado colectado en el departamento de Santa Ana y más
  2. Sala de Paleontología: la cual expone vestigios de criaturas que habitaron en El Salvador hace más de 10 millones de años. Encontrará fósiles y elementos sorprendentes: una réplica del cráneo de un tigre dientes de sable, molares de mastodonte, así como improntas de peces, ranas y hojas encontradas en rocas sedimentarias procedentes del departamento de San Vicente. También un molar de mastodonte encontrado por el David J. Guzmán a principios de 1900, en Ilobasco, departamento de Cabañas.
  3. Sala de Ecosistemas: se muestran 3 de los más importantes ecosistemas que posee El Salvador, como son: El bosque nebuloso, el bosque seco tropical y el bosque de manglar, ecosistemas de suma importancia para el bienestar de la población salvadoreña y en grave deterioro ambiental.


David J. Guzmán


Ubicado en la colonia San Benito, muy cerca de la conocida Zona Rosa, es un museo que alberga una valiosa colección de piezas arqueológicas desde la era preclásica (1500 a.C.-250 d.C.). También cuenta con reliquias pertenecientes a la época colonial y los diferentes elementos que han constituido la civilización salvadoreña a lo largo de la historia.
Conocido también como MUNA, persigue la visión de propiciar el acercamiento y reflexión de los salvadoreños sobre su identidad cultural a través de exposiciones, constantes investigaciones, publicaciones y programas didácticos en los campos de arqueología y antropología que sirven de testimonio de los procesos sociales  que se han dado en El Salvador.
El museo cuenta con cinco salas de exhibición permanente y una sala temporal en el que se presenta la historia de nuestro país. En ellas encontrará tres épocas culturales diferentes: la prehispánica, colonial y contemporánea. Cada una está diferenciada por los colores café, amarillo y verde respectivamente.
  • Sala Introductoria
 Es donde se realizan explicaciones de los conceptos como antropología, arqueología y otros que definen los recorridos que exponen diferentes facetas humanas del pasado presente y proyecciones futuras.
Como parte de la visita, conocerá pequeñas reseñas de personajes como Jorge Lardé (1891-1928), Atilio Peccorini (1887-1949), Ephrain George Squier (1821-1888), Alejandro Dagoberto Marroquín (1911-1977), María de Baratta (1890-1979) y Pedro Geoffroy Rivas (1908-1979) quienes influyeron en los procesos que   consolidaron la antropología y arqueología del país.
En este recorrido introductorio visualizará la escultura del dios Xipe Totec conocido como “nuestro señor desollado” (1200 d.C.-1530 d.-C), el cual se dice que en la época prehispánica era cubierto con las pieles de las víctimas humanas que simbolizaban los campos cubiertos con un manto de vegetación cuando iniciaba el invierno. Esta es una evidencia de la cultura pipil de El Salvador, en el área de Chalchuapa, departamento de Santa Ana.


Joya de Cerén


Esta área originalmente formaba parte de la hacienda San Andrés, uno de los mayores latifundios del valle de Zapotitlán en el poniente de El Salvador. A mediados del siglo XX, la porción conocida como Joya de Cerén fue vendida al gobierno para realizar uno de los primeros proyectos de reforma agraria en el país. “Cerén” es un apellido, mientras que “Joya” es una expresión derivada del castellano antiguo que aún se usa en El Salvador para referirse a valle pequeño de suelo fértil rodeado por terreno accidentado.
Existen diferentes versiones acerca del descubrimiento de este sitio arqueológico. Afortunadamente, un participante clave aún labora para el gobierno salvadoreño y proporcionó información de primera mano sobre este hallazgo en una entrevista realizada en 1989. La siguiente narración utiliza esta información y otras fuentes verificables.
En 1976, el gobierno inició la construcción de un centro para guardar granos (perteneciente al extinto Instituto Regulador de Abastecimientos, IRA). El terreno fue nivelado por tractor, descapotando varios metros de depósitos volcánicos a fin de situar las instalaciones sobre el suelo más firme que se hallaba debajo. Cuando se terminaba estos trabajos preparatorios, se expuso un sitio arqueológico que había sido completamente enterrado bajo 4 metros o más de estos depósitos volcánicos, sin dejar indicio de su existencia en la superficie. El supervisor de construcción notificó al Departamento de Arqueología de la Administración del Patrimonio Cultural (la entidad cultural del gobierno en esa época).
Manuel López (entonces del Departamento de Arqueología y actualmente del Ministerio de Relaciones Exteriores) fue enviado a inspeccionar el descubrimiento. López narra que el descapote ya se había terminado al momento de la notificación, y él observó numerosos fragmentos de cerámica removidos por la maquinaria, incluyendo varios ejemplares de Policromo Copador, un conocido diagnóstico del período Clásico Tardío (600-900 d.C.). Los trabajadores contaron de pequeñas estructuras de barro que había sido expuestas – y destruidas. Dichosamente, esto fue verificado por el hecho de que dos estructuras permanecían a la vista, habiendo sido seccionadas en un talud cortado en un lindero del terreno. Ambas estructuras tenían una plataforma basal, y una mostraba una pared de bahareque. Entonces, para López fue evidente que se trataba de un sitio Clásico Tardío con estructuras conservadas bajo ceniza volcánica. El registró el sitio como Joya de Cerén. Aunque la importancia potencial obviamente fue reconocida, en ese momento la destrucción ya estuvo, en los terrenos circundantes se hacían cultivos sin perspectivas de otros dañinos proyectos de construcción, y el Departamento de Arqueología se encontraba saturado con proyectos, operando con muy poco personal y recursos.
Dos años después, en 1978, el Arqueólogo Payson Sheets inició el Proyecto Protoclásico, cuya actividad principal consistía en el reconocimiento aleatorio estratificado del 15% del valle de Zapotitlán. Los miembros del proyecto fueron informados sobre el descubrimiento de Joya de Cerén por un arqueólogo que trabajaba para el Departamento de Arqueología (Richard Crane). Sheets agregó la investigación de Joya de Cerén a las actividades del Proyecto Protoclásico y supervisó el principio de su excavación en marzo, 1978, mientras que Christian Zier (miembro del proyecto) continuó la investigación entre abril y mayo. Las dos estructuras seccionadas por el talud de descapote fueron parcialmente excavadas y los resultados establecieron la gran importancia de Joya de Cerén: tal como en Pompeya, la erupción volcánica “congeló” un momento de tiempo en la vida de esta antigua aldea maya. Se determinó que la Estructura 1 (con paredes de bahareque) era una casa y en ella fueron encontrados herramientas y aún juguetes. La Estructura 2 (después redesignada como la Estructura 5) resultó ser una plataforma de trabajo abierta (sin paredes). Ambas estructuras tenían techos de zacate que fueron carbonizados durante la erupción, colapsando en una capa quemada. Se ocuparon muestras del zacate para análisis de radiocarbono, y junto con los resultados de excavaciones posteriores (evaluados por el Arqueólogo Brian McKee), se indica un fechamiento cercano a la erupción de entre 610 y 670 d.C. (calibrado, 2 sigma). Los cultivos, marcados por surcos y camellones, casi tocaban las estructuras y sobre ellos la ceniza volcánica conservaba huellas de plantas de maíz.


Casa Blanca


Casa Blanca tiene un área de 6 hectáreas, que representa un fragmento de un sitio mucho mayor, ahora en gran parte destruido debido al crecimiento de la ciudad de Chalchuapa.
Junto con la vecina zona de El Trapiche (fuera del parque), Casa Blanca llegó a ser el centro de un importante señorío maya temprano, de finales del período Preclásico Tardío (aproximadamente entre 200 a.C. y 250 d.C.). La pirámide más grande conocida en El Salvador fue construida en el sector de El Trapiche, y frente a ella se colocó una estela cuyo texto fue borrado en la remota antigüedad. Otra estructura de esa época (investigada antes de su destrucción) contenía los restos de más de 30 personas, aparentemente sacrificados; es posible que hayan sido cautivos de una de las campañas de guerra conducidas por este antiguo reino.
Aunque esto fue el auge de Casa blanca, el sitio ha aportado evidencia de actividad humana anterior y posteriormente. Las primeras evidencias se remontan a casi 5,000 años, y consisten en el registro de polen de una pequeña laguneta en la zona que indican la destrucción del bosque primario seguido por el cultivo de maíz, señalando de forma dramática la introducción de agricultura intensiva en la región, y el establecimiento de vida en aldeas que dio pie a las civilizaciones mesoamericanas. Los hallazgos más tardíos en Casa Blanca son de entierros con ofrendas, del período que cierre con la invasión de los españoles, el Posclásico.
El Gobierno compró el área de Casa Blanca en 1977. Después de varios años de labores en la creación de infraestructura por el Proyecto Arqueológico de El Salvador de la Universidad de Nagoya, Casa Blanca fue inaugurada como parque en 2004.
El parque incluye 6 estructuras prehispánicas, con 3 pirámides y 3 estructuras menores. Gracias a una década de investigación y conservación por parte del actual Proyecto Arqueológico de El Salvador de la Universidad de Nagoya, hoy se puede apreciar porciones de dos pirámides restauradas en el sendero que recorre el parque.


San Andrés

El sitio arqueológico San Andrés tomó su nombre de la antigua hacienda en donde se encontraba. Como propietaria de la hacienda San Andrés, la familia Dueñas generosamente avalaba el acceso al sitio a sucesivas generaciones de investigadores, partiendo de 1940 con el primer proyecto en el sitio, liderado por John Dimick. Incluso cuando la zona monumental del sitio empezaba a ser visitada por turistas en los años setenta, los Dueñas permitían el uso del lugar como un parque incipiente manejado por el Departamento de Arqueología de la Administración del Patrimonio Cultural (antecesor de CONCULTURA), con nuevas investigaciones dirigidas por Stanley Boggs, Jorge Mejía y Richard Crane.
Al igual que los demás latifundios de El Salvador, la hacienda San Andrés fue intervenida por el Gobierno bajo la Ley de Reforma Agraria de 1980. El Biólogo Francisco Serrano tuvo la idea verdaderamente brillante de utilizar una cláusula de la Ley de Reforma Agraria para proteger recursos naturales y culturales, ya que ésta daba lugar a que el Gobierno se reservara áreas de interés nacional dentro de las haciendas intervenidas antes de entregar las propiedades a cooperativas. En 1981, Serrano trabajó junto con el Arqueólogo Stanley Boggs para identificar varios sitios arqueológicos dentro de las haciendas, y resultó ser factible “reservar” porciones de tres sitios para futuros parques: San Andrés, Cara Sucia y Quelepa. El subalterno de Boggs, Manuel López, hizo los reconocimientos de campo que fueron necesarios - un trabajo difícil y arriesgado por la situación violenta que se vivía en ese entonces.
La propuesta de reserva para San Andrés originalmente abarcaba alrededor de 120 manzanas (84 hectáreas), incluyendo la zona monumental y algunos montículos esparcidos, además de una buena muestra de la vasta zona residencial del sitio. Esta área representada solo el 4% del área total de la hacienda, por lo cual la reserva no hubiera tenido un impacto papable para la nueva cooperativa de San Andrés. No obstante, la propuesta de Boggs y Serrano fue reducida en mitad por una burócrata de aquella época. La zona finalmente reservada mide 54 manzanas (38 hectáreas). El Departamento de Arqueología cercó el área y utilizó una casa (situada en la zona monumental) para museo de sitio y bodega de mantenimiento, y así nació formalmente el Parque Arqueológico San Andrés.
En 1987, el Patronato Pro-Patrimonio Cultural propuso un proyecto para mejorar el parque, centrado en un nuevo museo ubicado completamente fuera de la zona monumental, con estacionamiento y un sendero interpretativo para acceder a las estructuras prehispánicas. Se proponía que el museo fuera similar en arquitectura a los antiguos cascos (casonas) de hacienda con salas dispuestas alrededor de un patio interno, y construido con paredes gruesas de adobe y techos altos, muy apropiados para el clima caluroso del lugar. Esta primera propuesta no prosperó.
En las excavaciones de sondeo realizadas en 1995 en preparación para el nuevo museo, fue localizado por Paul Amaroli un obraje de añil colonial, sepultado por la erupción de El Playón en noviembre de 1658 (puede encontrarse más información sobre esta erupción en la sección sobre Joya de Cerén). Este es el obraje colonial mejor conservado que se conoce en toda la región, y, gracias a las condiciones anaeróbicas presentadas por las capas “selladas” de lodo de origen volcánico, conservaba objetos de madera. En 1996-1997, se realizaron excavaciones en la pirámide principal (Estructura 5, conocida como "La Campana") y su entorno, las cuales fueron dirigidas por Christopher Begley, con la participación de Jeb Card y Roberto Gallardo.