Uno de los atractivos de la capital es el Museo de Arte de El Salvador
(MARTE). Esta importante galería se encuentra en los alrededores del
Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO) y a la par del
Teatro Presidente, ambos ubicados en la colonia San Benito, en San
Salvador.
Esta institución comenzó sus funciones el 22 de mayo
de 2003. Tras el esfuerzo acumulado de varios años, MARTE se convirtió
en un referente cultural del área centroamericana.
Este
particular museo exhibe, de manera permanente, diversas formas de arte
salvadoreño en colecciones privadas y la colección nacional, ya sea en
pintura, dibujos, grabados y escultura. Son más de 260 obras
disponibles, creadas por 177 artistas. Es así donde se puede apreciar
una visión representativa del arte salvadoreño de mediados del siglo XIX
hasta la época contemporánea.
Entre sus colecciones destacan
obras de Rosa Mena Valenzuela, Salarrué, César Menéndez, Roberto Huezo,
Carlos Cañas, José Mejía Vides y muchísimos más
De igual manera,
se mantiene un programa de exhibiciones temporales importantes, con una
duración que varía de un mes hasta tres, cuyo arte ha sido elaborado por
maestros reconocidos por técnicas especializadas. Estas actividades de
exhibición se complementan con un Programa Educativo que incluye
visitas guiadas principalmente a las escuelas públicas del país, otro de
capacitaciones dirigidas a docentes, y también talleres sabatinos
además de charlas directamente vinculadas a las exhibiciones eventuales.
Cabe
destacar que Marte también se presta a eventos de gran concurrencia
como conciertos protagonizados por la Sinfónica Nacional de El Salvador,
entre otras agrupaciones. Puede consultar el programa de MARTE para
enterarse de este tipo de eventos.
Si desea adquirir algún
artículo promocional, literatura nacional, postales, entre otras, puede
encontrarlas en la tienda anexa a la entrada principal del museo.
Encontrará también joyería y bisutería, además dispone de una colorida
gama de vestimenta y accesorios de reconocidas marcas.
sábado, 16 de mayo de 2015
Museo de la Imagen y la Palabra
El Museo de la Palabra y la Imagen es una iniciativa ciudadana
dedicada a investigar, rescatar, preservar y mostrar al público
elementos de la cultura y la historia de El Salvador.
Posee un Archivo con colecciones de fotografía, audio, cine, video, afiches, objetos y publicaciones entregados al museo por la entusiasta colaboración de la sociedad, la cual ha respondido a nuestro llamado "contra el virus de la desmemoria".
Este importante acervo, que estuvo en peligro de desaparecer, está siendo clasificado, y avanzan en su digitalización.
Llevan a cabo exposiciones circulantes sobre temas de identidad, cultura y memoria histórica.
Además, producimos libros, audiovisuales y numerosas actividades educativas y culturales.
Posee un Archivo con colecciones de fotografía, audio, cine, video, afiches, objetos y publicaciones entregados al museo por la entusiasta colaboración de la sociedad, la cual ha respondido a nuestro llamado "contra el virus de la desmemoria".
Este importante acervo, que estuvo en peligro de desaparecer, está siendo clasificado, y avanzan en su digitalización.
Llevan a cabo exposiciones circulantes sobre temas de identidad, cultura y memoria histórica.
Además, producimos libros, audiovisuales y numerosas actividades educativas y culturales.
El Museo de la Palabra y la Imagen fue fundado por el periodista venezolano Carlos Henríquez Consalvi, conocido como “Santiago”, el famoso locutor de Radio Venceremos durante la guerra civil salvadoreña, el Museo de la Palabra y la Imagen
tomó forma gracias a una iniciativa ciudadana dedicada a investigar,
rescatar, preservar y mostrar al público elementos de la cultura y la
historia de El Salvador de los últimos 20 años. Pueden ver más
fotografías en el artículo.
Si desea retroceder en el tiempo y
conocer sobre personajes importantes del país visite al MUPI (Museo de
la Palabra y la Imagen), donde encontrará colecciones de fotografías,
audios, cine, video, afiches, objetos y gran variedad de publicaciones
que se le entregaron al museo que busca contrarrestar “el virus de la
desmemoria” de la sociedad salvadoreña.
Podrá encontrar más de 30 mil
fotografías sobre El Salvador, sus acontecimientos históricos
contemporáneos, también sobre sus hallazgos arqueológicos y
antropológicos; incluso importante iconografía de escritores e
impactantes imágenes de la guerra civil y el proceso de paz.
Así mismo podrá ver infinidad de
producciones audiovisuales que se generaron en el lapso de la guerra
civil de El Salvador. Todo visitante puede acercarse a la audioteca que
contiene grabaciones magnetofónicas sobre temas culturales y de historia
contemporánea protagonizada por personajes conocidos, diversos
testimonios sobre derechos humanos, y los archivos generados por la
conocida Radio Venceremos y Radio Farabundo Martí.
Dentro del abanico de exposiciones que ofrece el MUPI podrá apreciar:
Himántara Diama Xitrán: Los mundos de Salarrué. Exposición en la que también podrá ver objetos, escritos y pertenencias del artista y su familia.
Roque Dalton: Tormenta tocando la raíz de los volcanes
El Tazumal
Situado en el corazón del municipio de Chalchuapa, en el departamento
de Santa Ana, a tan solo 80 kilómetros de la ciudad capital de San
Salvador.
Tazumal es un sitio singular que destaca las huellas dela civilización indígena que dominó nuestro país antes de la era colonial, su significado “lugar donde se consumen almas” en lengua nahua-quiché. Su primera referencia data del año 1892, registrado formalmente en 1940 por Stanley Boggs, quien tuvo la oportunidad de identificar 13 estructuras.
Dentro de su estructura de 24 metros de altura, se encontraron tumbas con más de 116 vasijas, joyería de jade, espejos de pirita de hierro, artefactos de juego de pelota y cerámica con forma de lagartos.
En Tazumal se halla también la “Piedra de Las Victorias”, la cual es un monolito de influencia olmeca, que presenta cuatro petrograbados distintos en sus cuatro lados y pertenece al año 700 a.C.
Esta zona está dentro del área arqueológica occidental con una superficie aproximada es de 10 km cuadrados; y donde también se localizan otros lugares de igual riqueza histórica como Casa Blanca, El Trapiche y zonas aledañas.
Este sitio comprende una serie de estructuras que fueron el escenario de un importante y sofisticado asentamiento maya que existió alrededor de los años 100 a 1200 d.C. el cual estuvo relacionado con Copán y con grandes influencias teotihuacana y tolteca.
Dentro de estas arquitecturas se localizaron sistemas de drenaje de aguas, tumbas, un juego de pelota, pirámides y templos que quedaron en completo abandono en el año 1,200 d.C.
La construcción es al estilo maya sudoriental elaborada con piedra y barro al que recubrieron con un repello de barro. Como trabajos de restauración fue que en los años cuarenta recubrieron las estructuras con cemento.
Con el pasar del tiempo las pirámides han estado expuestas a las inclemencias del tiempo que han obligado a las autoridades a cuidar con mayor celo las estructuras que han estado en riesgo de derrumbarse. Tal fue el caso del año 2004, cuando una parte de las estructura #2 se derrumbó y motivó a que se iniciaran excavaciones que solo confirmaron la pertenencia de este sitio al Imperio Tolteca.
Tazumal es un sitio singular que destaca las huellas dela civilización indígena que dominó nuestro país antes de la era colonial, su significado “lugar donde se consumen almas” en lengua nahua-quiché. Su primera referencia data del año 1892, registrado formalmente en 1940 por Stanley Boggs, quien tuvo la oportunidad de identificar 13 estructuras.
Dentro de su estructura de 24 metros de altura, se encontraron tumbas con más de 116 vasijas, joyería de jade, espejos de pirita de hierro, artefactos de juego de pelota y cerámica con forma de lagartos.
En Tazumal se halla también la “Piedra de Las Victorias”, la cual es un monolito de influencia olmeca, que presenta cuatro petrograbados distintos en sus cuatro lados y pertenece al año 700 a.C.
Esta zona está dentro del área arqueológica occidental con una superficie aproximada es de 10 km cuadrados; y donde también se localizan otros lugares de igual riqueza histórica como Casa Blanca, El Trapiche y zonas aledañas.
Este sitio comprende una serie de estructuras que fueron el escenario de un importante y sofisticado asentamiento maya que existió alrededor de los años 100 a 1200 d.C. el cual estuvo relacionado con Copán y con grandes influencias teotihuacana y tolteca.
Dentro de estas arquitecturas se localizaron sistemas de drenaje de aguas, tumbas, un juego de pelota, pirámides y templos que quedaron en completo abandono en el año 1,200 d.C.
La construcción es al estilo maya sudoriental elaborada con piedra y barro al que recubrieron con un repello de barro. Como trabajos de restauración fue que en los años cuarenta recubrieron las estructuras con cemento.
Con el pasar del tiempo las pirámides han estado expuestas a las inclemencias del tiempo que han obligado a las autoridades a cuidar con mayor celo las estructuras que han estado en riesgo de derrumbarse. Tal fue el caso del año 2004, cuando una parte de las estructura #2 se derrumbó y motivó a que se iniciaran excavaciones que solo confirmaron la pertenencia de este sitio al Imperio Tolteca.
Museo regional de Oriente
El Museo Regional de Oriente fue fundado en la
Ciudad de San Miguel, el 27 de mayo de 1994. Ocupa un edificio
construido en el año de 1935 que albergó las oficinas administrativas de
una fábrica textil de hilados y tejidos llamada “Mejoramiento Social”;
posteriormente el edificio formó parte de las instalaciones del Batallón
de infantería de Reacción Inmediata General Manuel José Arce (BIRI
Arce), el cual fue desmovilizado al finalizar el conflicto armado en El
Salvador y firmarse los acuerdo de Paz el 16 de enero de 1992.
En el año 2000 el museo cierra sus instalaciones para someterse a trabajos de remodelación y abre nuevamente el 14 de noviembre de 2007. Desde entonces ofrece a los visitantes exhibiciones de tipo arqueológico y etnográfico que dan a conocer la riqueza cultural de la zona oriental de El Salvador.
La colección del Museo Regional de Oriente está formada por bienes Arqueológicos, con los cuales se da a conocer un panorama prehispánico de esta región del país: objetos líticos utilizados en las actividades de moler el maíz, destacándose la obsidiana; objetos cerámicos monocromos y polícromos con diversos diseños.
Bienes Etnográficos: artesanías, atuendos, artículos utilitarios; elaborados con elementos propios de la región como la arcilla, la madera, la fibra de henequén, el tule, el yute, etc.
Exhibiciones abiertas permanentes y temporales
Exposición Permanente: “Sala de Arqueología”. Muestra colección de piezas líticas y cerámica del Sitio Arqueológico de Quelepa, ubicado en el municipio de Quelepa, departamento de San Miguel
Exposiciones temporales: “Vestimentas de la Virgen de la Paz”. Presenta la historia del hallazgo, milagros y religiosidad del pueblo migueleño hacia la Virgen María en su advocación de Reina de la Paz. Se muestra la colección de vestidos que le confeccionan cada año como muestra de gratitud por favores recibidos.
“Henequén, la fibra magnífica y noble”. Presenta los orígenes, usos, procesos y productos derivados de la planta de henequén, la cual fue el soporte económico de la zona oriental de El Salvador por varias décadas y se convirtió en un icono cultural. Se muestra una colección de objetos utilitarios y decorativos elaborados con la fibra del henequén a la que se le llama mezcal y cuya artesanía es llamada jarcia
Durante el año se mantiene la programación de eventos permanentes orientados a conmemorar fechas específicas del calendario festivo nacional.
Enero: Conversatorio “Cuéntame tu historia”, enmarcada en el mes del adulto mayor. Participan niños escuchando las anécdotas de diferentes ancianos que comparten sus vivencias.
Febrero: Convivio “El Museo y sus amigos”. Dedicado a las personas e instituciones que colaboran con el Museo, se comparten alimentos típicos, artesanías y en ocasiones libros para el museo.
En Semana Santa (marzo o abril): Actividades Religiosas y Taller de evaluación “Renovando compromisos”. Desarrollo de actividades conmemorativas a la festividad religiosa y Taller con el personal del museo y visitantes en el que se renueva el compromiso de la institución para encaminar sus esfuerzos a beneficio de la sociedad.
Mayo:
- 3 de mayo se conmemora la festividad religiosa “Día de la Cruz”
- 8 se de mayo se desarrollan actividades en conmemoración a la Fundación de la Ciudad de San Miguel.
- 18 de mayo se desarrollan actividades para celebrar el día internacional de los museos.
- Último viernes del mes de mayo se conmemora la Fundación del Museo Regional de Oriente con una Exposición Artesanal y demostración de habilidades.
Julio: Desarrollo de la “Maratón Lúdica”. Se organizan varios talleres lúdicos sincronizados, para niños estudiantes dedicados al Día del Alumno.
Noviembre: Desarrollo de “Jornada Artesanal” durante los festejos patronales dedicados a la Virgen de la Paz.
- Actividad “Repartida del ayote”. Convivio en el cual se conmemora la reapertura del museo y se comparte con los visitantes el platillo tradicional elaborado de ayote en miel de caña de azúcar.
En el año 2000 el museo cierra sus instalaciones para someterse a trabajos de remodelación y abre nuevamente el 14 de noviembre de 2007. Desde entonces ofrece a los visitantes exhibiciones de tipo arqueológico y etnográfico que dan a conocer la riqueza cultural de la zona oriental de El Salvador.
La colección del Museo Regional de Oriente está formada por bienes Arqueológicos, con los cuales se da a conocer un panorama prehispánico de esta región del país: objetos líticos utilizados en las actividades de moler el maíz, destacándose la obsidiana; objetos cerámicos monocromos y polícromos con diversos diseños.
Bienes Etnográficos: artesanías, atuendos, artículos utilitarios; elaborados con elementos propios de la región como la arcilla, la madera, la fibra de henequén, el tule, el yute, etc.
Exhibiciones abiertas permanentes y temporales
Exposición Permanente: “Sala de Arqueología”. Muestra colección de piezas líticas y cerámica del Sitio Arqueológico de Quelepa, ubicado en el municipio de Quelepa, departamento de San Miguel
Exposiciones temporales: “Vestimentas de la Virgen de la Paz”. Presenta la historia del hallazgo, milagros y religiosidad del pueblo migueleño hacia la Virgen María en su advocación de Reina de la Paz. Se muestra la colección de vestidos que le confeccionan cada año como muestra de gratitud por favores recibidos.
“Henequén, la fibra magnífica y noble”. Presenta los orígenes, usos, procesos y productos derivados de la planta de henequén, la cual fue el soporte económico de la zona oriental de El Salvador por varias décadas y se convirtió en un icono cultural. Se muestra una colección de objetos utilitarios y decorativos elaborados con la fibra del henequén a la que se le llama mezcal y cuya artesanía es llamada jarcia
Durante el año se mantiene la programación de eventos permanentes orientados a conmemorar fechas específicas del calendario festivo nacional.
Enero: Conversatorio “Cuéntame tu historia”, enmarcada en el mes del adulto mayor. Participan niños escuchando las anécdotas de diferentes ancianos que comparten sus vivencias.
Febrero: Convivio “El Museo y sus amigos”. Dedicado a las personas e instituciones que colaboran con el Museo, se comparten alimentos típicos, artesanías y en ocasiones libros para el museo.
En Semana Santa (marzo o abril): Actividades Religiosas y Taller de evaluación “Renovando compromisos”. Desarrollo de actividades conmemorativas a la festividad religiosa y Taller con el personal del museo y visitantes en el que se renueva el compromiso de la institución para encaminar sus esfuerzos a beneficio de la sociedad.
Mayo:
- 3 de mayo se conmemora la festividad religiosa “Día de la Cruz”
- 8 se de mayo se desarrollan actividades en conmemoración a la Fundación de la Ciudad de San Miguel.
- 18 de mayo se desarrollan actividades para celebrar el día internacional de los museos.
- Último viernes del mes de mayo se conmemora la Fundación del Museo Regional de Oriente con una Exposición Artesanal y demostración de habilidades.
Julio: Desarrollo de la “Maratón Lúdica”. Se organizan varios talleres lúdicos sincronizados, para niños estudiantes dedicados al Día del Alumno.
Noviembre: Desarrollo de “Jornada Artesanal” durante los festejos patronales dedicados a la Virgen de la Paz.
- Actividad “Repartida del ayote”. Convivio en el cual se conmemora la reapertura del museo y se comparte con los visitantes el platillo tradicional elaborado de ayote en miel de caña de azúcar.
Museo Regional de Occidente
Santa
Ana posee mucha identidad cultural y en ella podemos encontrar
un lugar que nos cuenta la historia de la moneda en El Salvador. Nos
referimos al Museo Regional de Occidente que ofrece una galería de
monedas antiguas que han marcado la historia salvadoreña ya que
estas circularon en las manos de los salvadoreños de hace uno o dos
siglos atrás. Las monedas que podemos encontrar en el Museo Regional
de Occidente son de oro, plata y otros metales de antaño, siendo la
moneda más antigua que encontramos en el museo, una moneda de “dos
reales” que data del año 1828.
En
el museo hay dos salas temporales en donde puede encontrar diversas
exposiciones, pero existe la sala permanente en donde siempre podrá
encontrar la exposición de monedas. También encontrará una
biblioteca, cafetería y tienda de regalos para que se lleve un
recuerdo de la visita al museo.
Para
los visitantes salvadoreños y centroamericanos, el precio de entrada
es de $0.50 centavos; los niños menores de ocho años y adultos
mayores entran gratis. Si usted es extranjero deberá pagar la
pequeña cantidad de 1 dólar estadounidense por persona. El museo
subsiste gracias a la ayuda del Consejo Nacional para la Cultura y el
Arte, también es apoyada gracias a los visitantes, por lo tanto, si
usted desea tomar fotografías deberá pagar un monto extra de $2.00
por el uso de la cámara fotográfica.
El
museo se encuentra en la Avenida Independencia Sur #8 en el
departamento de Santa Ana. Por lo tanto, si usted viene en vehículo
desde San Salvador, deberá tomar la Carretera Panamericana en
dirección a Santa Ana. Al llegar a la entrada de Santa Ana diríjase
a la Avenida Independencia.
Cuando
ya esté en la Avenida Independencia, deberá buscar el museo del
lado derecho de la Avenida, al Sur en dirección a la Catedral, a la
altura de los locales comerciales cercanos a la Alcaldía Municipal
de Santa Ana.
Historia Natural
Fue
inaugurado el 12 de febrero de 1976.
A
10 minutos del centro de San Salvador, se encuentra el Museo de
Historia Natural de El Salvador – MUHNES, el cual durante los
últimos 37 años se haya ubicado dentro del Parque Saburo Hirao; es
un lugar de investigación sobre la diversidad biológica cuscatleca
y de educación para grandes y chicos. El MUHNES, inició sus labores
el 16 de octubre de 1883, cuando el Dr. David J. Guzmán recolecta
las primeras muestras de fósiles y minerales salvadoreños, dando
pie a la creación del Museo Nacional de El Salvador.
Abarca
como tema principal los Recursos Naturales de El Salvador, y divide
sus temáticas en tres grandes salas: Geología, Paleontología y
Biología. El MUHNES tiene como objetivo contribuir a la conservación
de la diversidad biológica a través de la generación de
información escrita, que dé a conocer los componentes de la
naturaleza y la vida silvestre en el país.
Presenta
colecciones de Rocas y Minerales, Paleontología, Mastozoología,
Ornitología, Herpetología, Malacología y Botánica. . Se brindan
charlas referentes a los contenidos del museo, servicio de guías
gratuito dentro del museo y en los senderos interpretativos del
parque, se montan exposiciones itinerantes y cuenta con los servicios
de una biblioteca especializada y una cafetería.
- Sala de Rocas y Minerales: donde observará la exhibición de diferentes tipos de rocas ígneas, sedimentarias y metamórficas; minerales como el ópalo rosado colectado en el departamento de Santa Ana y más
- Sala de Paleontología: la cual expone vestigios de criaturas que habitaron en El Salvador hace más de 10 millones de años. Encontrará fósiles y elementos sorprendentes: una réplica del cráneo de un tigre dientes de sable, molares de mastodonte, así como improntas de peces, ranas y hojas encontradas en rocas sedimentarias procedentes del departamento de San Vicente. También un molar de mastodonte encontrado por el David J. Guzmán a principios de 1900, en Ilobasco, departamento de Cabañas.
- Sala de Ecosistemas: se muestran 3 de los más importantes ecosistemas que posee El Salvador, como son: El bosque nebuloso, el bosque seco tropical y el bosque de manglar, ecosistemas de suma importancia para el bienestar de la población salvadoreña y en grave deterioro ambiental.
David J. Guzmán
Ubicado
en la colonia San Benito, muy cerca de la conocida Zona Rosa, es un
museo que alberga una valiosa colección de piezas arqueológicas
desde la era preclásica (1500 a.C.-250 d.C.). También cuenta con
reliquias pertenecientes a la época colonial y los diferentes
elementos que han constituido la civilización salvadoreña a lo
largo de la historia.
Conocido
también como MUNA, persigue la visión de propiciar el acercamiento
y reflexión de los salvadoreños sobre su identidad cultural a
través de exposiciones, constantes investigaciones, publicaciones y
programas didácticos en los campos de arqueología y antropología
que sirven de testimonio de los procesos sociales que se han
dado en El Salvador.
El
museo cuenta con cinco salas de exhibición permanente y una sala
temporal en el que se presenta la historia de nuestro país. En ellas
encontrará tres épocas culturales diferentes: la prehispánica,
colonial y contemporánea. Cada una está diferenciada por los
colores café, amarillo y verde respectivamente.
- Sala Introductoria
Es
donde se realizan explicaciones de los conceptos como antropología,
arqueología y otros que definen los recorridos que exponen
diferentes facetas humanas del pasado presente y proyecciones
futuras.
Como
parte de la visita, conocerá pequeñas reseñas de personajes como
Jorge Lardé (1891-1928), Atilio Peccorini (1887-1949), Ephrain
George Squier (1821-1888), Alejandro Dagoberto Marroquín
(1911-1977), María de Baratta (1890-1979) y Pedro Geoffroy Rivas
(1908-1979) quienes influyeron en los procesos que
consolidaron la antropología y arqueología del país.
En
este recorrido introductorio visualizará la escultura del dios Xipe
Totec conocido como “nuestro señor desollado” (1200
d.C.-1530 d.-C), el cual se dice que en la época prehispánica era
cubierto con las pieles de las víctimas humanas que simbolizaban los
campos cubiertos con un manto de vegetación cuando iniciaba el
invierno. Esta es una evidencia de la cultura pipil de El Salvador,
en el área de Chalchuapa, departamento de Santa Ana.
Joya de Cerén
Esta
área originalmente formaba parte de la hacienda San Andrés, uno de
los mayores latifundios del valle de Zapotitlán en el poniente de El
Salvador. A mediados del siglo XX, la porción conocida como Joya de
Cerén fue vendida al gobierno para realizar uno de los primeros
proyectos de reforma agraria en el país. “Cerén” es un
apellido, mientras que “Joya” es una expresión derivada del
castellano antiguo que aún se usa en El Salvador para referirse a
valle pequeño de suelo fértil rodeado por terreno accidentado.
Existen
diferentes versiones acerca del descubrimiento de este sitio
arqueológico. Afortunadamente, un participante clave aún labora
para el gobierno salvadoreño y proporcionó información de primera
mano sobre este hallazgo en una entrevista realizada en 1989. La
siguiente narración utiliza esta información y otras fuentes
verificables.
En
1976, el gobierno inició la construcción de un centro para guardar
granos (perteneciente al extinto Instituto Regulador de
Abastecimientos, IRA). El terreno fue nivelado por tractor,
descapotando varios metros de depósitos volcánicos a fin de situar
las instalaciones sobre el suelo más firme que se hallaba debajo.
Cuando se terminaba estos trabajos preparatorios, se expuso un sitio
arqueológico que había sido completamente enterrado bajo 4 metros o
más de estos depósitos volcánicos, sin dejar indicio de su
existencia en la superficie. El supervisor de construcción notificó
al Departamento de Arqueología de la Administración del Patrimonio
Cultural (la entidad cultural del gobierno en esa época).
Manuel
López (entonces del Departamento de Arqueología y actualmente del
Ministerio de Relaciones Exteriores) fue enviado a inspeccionar el
descubrimiento. López narra que el descapote ya se había terminado
al momento de la notificación, y él observó numerosos fragmentos
de cerámica removidos por la maquinaria, incluyendo varios
ejemplares de Policromo Copador, un conocido diagnóstico del período
Clásico Tardío (600-900 d.C.). Los trabajadores contaron de
pequeñas estructuras de barro que había sido expuestas – y
destruidas. Dichosamente, esto fue verificado por el hecho de que dos
estructuras permanecían a la vista, habiendo sido seccionadas en un
talud cortado en un lindero del terreno. Ambas estructuras tenían
una plataforma basal, y una mostraba una pared de bahareque.
Entonces, para López fue evidente que se trataba de un sitio Clásico
Tardío con estructuras conservadas bajo ceniza volcánica. El
registró el sitio como Joya de Cerén. Aunque la importancia
potencial obviamente fue reconocida, en ese momento la destrucción
ya estuvo, en los terrenos circundantes se hacían cultivos sin
perspectivas de otros dañinos proyectos de construcción, y el
Departamento de Arqueología se encontraba saturado con proyectos,
operando con muy poco personal y recursos.
Dos
años después, en 1978, el Arqueólogo Payson Sheets inició el
Proyecto Protoclásico, cuya actividad principal consistía en el
reconocimiento aleatorio estratificado del 15% del valle de
Zapotitlán. Los miembros del proyecto fueron informados sobre el
descubrimiento de Joya de Cerén por un arqueólogo que trabajaba
para el Departamento de Arqueología (Richard Crane). Sheets agregó
la investigación de Joya de Cerén a las actividades del Proyecto
Protoclásico y supervisó el principio de su excavación en marzo,
1978, mientras que Christian Zier (miembro del proyecto) continuó la
investigación entre abril y mayo. Las dos estructuras seccionadas
por el talud de descapote fueron parcialmente excavadas y los
resultados establecieron la gran importancia de Joya de Cerén: tal
como en Pompeya, la erupción volcánica “congeló” un momento de
tiempo en la vida de esta antigua aldea maya. Se determinó que la
Estructura 1 (con paredes de bahareque) era una casa y en ella fueron
encontrados herramientas y aún juguetes. La Estructura 2 (después
redesignada como la Estructura 5) resultó ser una plataforma de
trabajo abierta (sin paredes). Ambas estructuras tenían techos de
zacate que fueron carbonizados durante la erupción, colapsando en
una capa quemada. Se ocuparon muestras del zacate para análisis de
radiocarbono, y junto con los resultados de excavaciones posteriores
(evaluados por el Arqueólogo Brian McKee), se indica un fechamiento
cercano a la erupción de entre 610 y 670 d.C. (calibrado, 2 sigma).
Los cultivos, marcados por surcos y camellones, casi tocaban las
estructuras y sobre ellos la ceniza volcánica conservaba huellas de
plantas de maíz.
Casa Blanca
Casa
Blanca tiene un área de 6 hectáreas, que representa un fragmento de
un sitio mucho mayor, ahora en gran parte destruido debido al
crecimiento de la ciudad de Chalchuapa.
Junto
con la vecina zona de El Trapiche (fuera del parque), Casa Blanca
llegó a ser el centro de un importante señorío maya temprano,
de finales del período Preclásico Tardío (aproximadamente entre
200 a.C. y 250 d.C.). La pirámide más grande conocida en El
Salvador fue construida en el sector de El Trapiche, y frente a ella
se colocó una estela cuyo texto fue borrado en la remota antigüedad.
Otra estructura de esa época (investigada antes de su destrucción)
contenía los restos de más de 30 personas, aparentemente
sacrificados; es posible que hayan sido cautivos de una de las
campañas de guerra conducidas por este antiguo reino.
Aunque
esto fue el auge de Casa blanca, el sitio ha aportado evidencia de
actividad humana anterior y posteriormente. Las primeras evidencias
se remontan a casi 5,000 años, y consisten en el registro de polen
de una pequeña laguneta en la zona que indican la destrucción del
bosque primario seguido por el cultivo de maíz, señalando de forma
dramática la introducción de agricultura intensiva en la región, y
el establecimiento de vida en aldeas que dio pie a las civilizaciones
mesoamericanas. Los hallazgos más tardíos en Casa Blanca son de
entierros con ofrendas, del período que cierre con la invasión de
los españoles, el Posclásico.
El
Gobierno compró el área de Casa Blanca en 1977. Después de varios
años de labores en la creación de infraestructura por el Proyecto
Arqueológico de El Salvador de la Universidad de Nagoya, Casa Blanca
fue inaugurada como parque en 2004.
El
parque incluye 6 estructuras prehispánicas, con 3 pirámides y 3
estructuras menores. Gracias a una década de investigación y
conservación por parte del actual Proyecto Arqueológico de El
Salvador de la Universidad de Nagoya, hoy se puede apreciar porciones
de dos pirámides restauradas en el sendero que recorre el parque.
San Andrés
Al igual que los demás latifundios de El Salvador, la hacienda San Andrés fue intervenida por el Gobierno bajo la Ley de Reforma Agraria de 1980. El Biólogo Francisco Serrano tuvo la idea verdaderamente brillante de utilizar una cláusula de la Ley de Reforma Agraria para proteger recursos naturales y culturales, ya que ésta daba lugar a que el Gobierno se reservara áreas de interés nacional dentro de las haciendas intervenidas antes de entregar las propiedades a cooperativas. En 1981, Serrano trabajó junto con el Arqueólogo Stanley Boggs para identificar varios sitios arqueológicos dentro de las haciendas, y resultó ser factible “reservar” porciones de tres sitios para futuros parques: San Andrés, Cara Sucia y Quelepa. El subalterno de Boggs, Manuel López, hizo los reconocimientos de campo que fueron necesarios - un trabajo difícil y arriesgado por la situación violenta que se vivía en ese entonces.
La propuesta de reserva para San Andrés originalmente abarcaba alrededor de 120 manzanas (84 hectáreas), incluyendo la zona monumental y algunos montículos esparcidos, además de una buena muestra de la vasta zona residencial del sitio. Esta área representada solo el 4% del área total de la hacienda, por lo cual la reserva no hubiera tenido un impacto papable para la nueva cooperativa de San Andrés. No obstante, la propuesta de Boggs y Serrano fue reducida en mitad por una burócrata de aquella época. La zona finalmente reservada mide 54 manzanas (38 hectáreas). El Departamento de Arqueología cercó el área y utilizó una casa (situada en la zona monumental) para museo de sitio y bodega de mantenimiento, y así nació formalmente el Parque Arqueológico San Andrés.
En 1987, el Patronato Pro-Patrimonio Cultural propuso un proyecto para mejorar el parque, centrado en un nuevo museo ubicado completamente fuera de la zona monumental, con estacionamiento y un sendero interpretativo para acceder a las estructuras prehispánicas. Se proponía que el museo fuera similar en arquitectura a los antiguos cascos (casonas) de hacienda con salas dispuestas alrededor de un patio interno, y construido con paredes gruesas de adobe y techos altos, muy apropiados para el clima caluroso del lugar. Esta primera propuesta no prosperó.
En las excavaciones de sondeo realizadas en 1995 en preparación para el nuevo museo, fue localizado por Paul Amaroli un obraje de añil colonial, sepultado por la erupción de El Playón en noviembre de 1658 (puede encontrarse más información sobre esta erupción en la sección sobre Joya de Cerén). Este es el obraje colonial mejor conservado que se conoce en toda la región, y, gracias a las condiciones anaeróbicas presentadas por las capas “selladas” de lodo de origen volcánico, conservaba objetos de madera. En 1996-1997, se realizaron excavaciones en la pirámide principal (Estructura 5, conocida como "La Campana") y su entorno, las cuales fueron dirigidas por Christopher Begley, con la participación de Jeb Card y Roberto Gallardo.
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